Paseó
el caminante por el Pueblo Canario y no le gustó verlo en la soledad
forzada. Recordó lo que en su vida supuso este lugar. No tuvo que apurar mucho
para que fluyeran las imágenes de este rincón tan importante en su vida.
Foto: Archivo de LA FEDAC. Comienzo de las obras.
Se
vio joven. Estaba sentado en la entrada del lugar acompañando a los vendedores de
cuadros, con imágenes de rincones de Gran Canaria. Los cuadros descansaban
sobre las aceras que circundaban la entrada al
recinto. Se vio charlando con el tartanero que aparcado esperaba que
algún visitante le dejara unos cuartos por pasearlo por Ciudad Jardín. Luego se
trasladó hasta la puerta principal donde luce sobre su arco el escudo de Gran
Canaria de Néstor. Allí rememoró la presencia de Dominguito el Camellero. Iba ataviado con su traje típico
paseando a unos extranjeros. La camella, con su
cansino desplazamiento, hacía vida en su aposento
en el Parque Zoológico.
En el patio central escuchó la Rondalla Roque Nublo actuando y regalando a los presentes el conocido “Pobrecillo novio, pobre Rafael”. Y entonces, por un momento, compartió la presencia de los turistas sentados en la terraza del Bodegón animando con sus palmas el tema que llenaba de alegría el lugar.
En el patio central escuchó la Rondalla Roque Nublo actuando y regalando a los presentes el conocido “Pobrecillo novio, pobre Rafael”. Y entonces, por un momento, compartió la presencia de los turistas sentados en la terraza del Bodegón animando con sus palmas el tema que llenaba de alegría el lugar.
Imagen tomada de LPAvisit.com
Además
de los locales de artesanía, flores, etc., frente a la entrada al Museo Néstor, evocó
como lucían las mesas de los numismáticos ofreciendo
sus productos a los nativos y a los especialistas. Algunos hacían turismo
expresamente a comprar o intercambiar sus piezas de colección.
Por
un momento recordó y sonrió pensando como se ganaba unas pesetas ofreciendo a los extranjeros sus
conocimientos de la vida y obra del genial Néstor en visitas guiadas al Museo,
donde abonaba religiosamente a Carlitos el Bedel el correspondiente importe de
la entrada: “Good morning, friends. Do you want a guide? Come on to admire the
work of art, from the most important painter of the Canary Islands. The Poemas del
Mar y de la Tierra” causes a great sensation. Do you want to verify?"
Poema del Mar (Néstor Martín Fernández de la Torre)
Allí
en la vía de acceso del Hotel Santa Catalina le vino a la memoria como se
paraba una guagua de turistas y su querido hermano Joselín (Pepe Nieto) guiaba
a los viajeros, hablándoles de las características del recinto. Allí mismo donde su amigo Chicho (Antonio González) le firmaba
el volante que demostraba ante Viajes Blandy que el guía había llevado a los
turistas hasta aquel maravillosos lugar.
El caminante
subió hasta las cerradas puertas de cristal que le permitieron ver lo que fue en ese
tiempo el local de banquetes y encuentros nocturnos.
Allí se vio subido al escenario supliendo al bajista de la orquesta americana, por
mor del fallecimiento de su esposa en Estados Unidos, y que los hermanos Moncho y
Toni González habían contratado para amenizar las veladas a las parejas de
enamorados que acudían a pasar un rato de entretenimiento y buena música.
Foto personal: En el escenario del Pueblo Canario (salón de actos y banquetes). Al contrabajo Carlos Juan Nieto (hermano del caminante), a la batería Rafael Rios (primo del caminante) y al piano el propio caminante. Trío Avonmiaemi.
Así fue como rememoró sus encuentros con los cerepes, amigos de toda la vida y visitantes habituales del lugar. Escuchó sus risas, revivió sus fiestas y como no, volvió a pasar lista de sus citas con las lindas visitantes.
Foto personal: Grupo de amigos de Ciudad Jardín (Los Cerepes) de fiesta en el Pueblo Canario, rememorando viejos tiempos.
Y
finalmente pensó, esta nueva madrugada de insomnio, que sus visitas guiadas de
escolares en la actualidad, con su Proyecto Complejo Doramas tienen mucho de
vivencias y emociones. Que todas ellas están incardinadas con una juventud muy feliz y una actualidad llena de nostalgias
por algo que disfrutó y dejó atrás en su máximo esplendor. Y que el consabido refrán: “Cualquier
tiempo pasado nunca fue mejor” , debido a las vivencias y a la situación de abandono de "El Museo Néstor y
el Pueblo Canario de los Hermanos Néstor y Miguel Martín Fernández de la Torre",
hoy desgraciadamente no tiene sentido.
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